skrycky de paseo!

lunes, 29 de agosto de 2011

Praga y Pragalandia.


Aunque viajamos hacia Praga una semana despues de haber aterrizado en Berlín, me salteo esos días y pasamos a República Checa. Berlín ha de llevarme su propio capítulo.
Así pues, con Ezequiel recién arribado, nos fuimos dos días a Praga, ciudad que siempre me llamó la atención. Desde los cuentos de Flor sobre la Cuatrienal de Escenografía, los de Martín y Gaby de cuando estuvieron allí, y tantas imágenes que uno se forma sobre un sitio desconocido y donde uno cree que siempre ha querido estar.
Así que tren por 30 Euros, hostel por 10, y ahí vamos.



Berlin Hauptbanhof, o la estación de trenes principal de Berlín, o Metropolis.





Cuando te vas alejando de Berlín el paisaje se torna cada vez más adinerado. Casas de veraneo al costado del lago, del río, a los pies de las colinas... Pero cuando entrás en República Checa, la cosa cambia: fábricas abandonadas, estaciones de tren sucias, rayadas, casas obrearas, obreros. Es un paisaje al que nosotros estamos más acostumbrados, pero sorprende el salto de país a país.

Cuando llegamos a la estación de Praga y salimos a la calle, enseguida quedamos como niños...era increíble lo que veíamos. Cual libro de cuentos, de esos que los abrís en la mitad y se levantan los edificios de cartón. Tranvías, idioma desconocido que volvía a los nombres de las calles en algo exótico, manzanas compactas de edificios del siglo XIX para atrás. Sin palabras.
Llegamos al hostel, dejamos las cosas y salimos corriendo al centro...y allí la decepción nos esperaba. Turistas cual hormigas, y alcanzó solo un rato para darnos cuenta de que todos estábamos allí vampirizando a la ciudad, como invasión zombie, como un parque de diversión temático de la antigua Europa: Pragalandia.
Ahorrándome las imagenes de tal cosa (y sólo contándoles que impresiona la cantidad de turismo sexual que hay, los grupitos de amigos alemanes, ingleses, hasta españoles que se van a romperla por un fin de semana, pues era algo que no esperaba de la ciudad...), paso directo a la parte que si disfrute: la arquitectura, la comida, la cerveza, y un bar bien extraño, que se llevó el premio del viaje.



Praga tiene el castillo mas grande do mundo! Y según Ezequiel, lo avala el Premio Guinness.

































Y adentro del castillo, uno de los mejores diseños de iluminación que vi en mi vida: la luz atravesando los vitrales. Una buena estrategia para hacernos creer en Dios.





















Una vista típica. Un trabajo seguro: colocar tejas.
Se los dije. (Flavio, al momento de que saqué esta foto te la quise pasar.)


























































































El reloj astrológico, en la plaza principal del centro histórico, realmente asustaba. Si mal no recuerdo es del Siglo XII, y va girando de manera tal de combinar lunas con signos. Llama muchísimo la atención.
Staroměstský orloj

































Un amigo.






 Uno de los negocios mas redituables de Praga, luego del de colocar tejas, ha de ser el de poner un museo. Museo de lo que quieras, todos con su bar cafetería y su museum shop. Aunque solo entramos al de Kafka, los mas llamativos eran el de la KGB, el de El Comunismo y de la Tortura Medieval, lo cuales tenían publicida por doquier.
Estos comunistas que quemaron todo... Desde donde saqué la foto estaba tocando un duo que era la versión checa de Washington y Cristina. Lo juro, era igual pero en checo.






















Museo de Arte Contemporáneo. Lo que tenía de interesante era que toda la obra eran instalaciones, y aunque no pudimos entrar, realmente se veía bien desde afuera.













































Que lindo que es viajar y comer, comer y viajar! Una de las formas más lindas de conocer el lugar dónde estás, no tengo dudas al respecto.
Un aplauso a la salchicha checa, choripan checho, o České klobása. $60 pesos uruguayos y te vas con la panza llena.
 


























Serie Oh, Yes. I, II, III, y IV: brochette en la calle / Staropamenn, la cerveza mas famosa, rica y que te emborracha sin pensarlo dos veces / Goulash! / Mojito y pollo al curry con canela en el bar mejor bar de la ciudad: Cross Club, donde todo esta hecho de tuercas y tornillos, los cuales giran solitos...
No la pasamos mal, por decirlo de alguna manera.








Sería interesante poder descubir Praga sin el turismo, intentar averiguar realmente cómo es la gente allí cuando no te está intentando vender algo. Sin duda que es hermosa, pero más aún lo sería sin nosotros invadiéndola.
Ese es el trago agridulce, es también bueno pensar cómo pensamos que está bien viajar. Como enriquecerte de un lugar sin exprimirlo. No es fácil, de verdad. Cada momento que intentabas sacar una foto, no había manera de sacar a las personas del cuadro, y al final ya no querías sacar ninguna foto...porque te sentís como un tonto, con una camisa hawaiana imaginaria y una visera haciendo juego. 


Un momento especial, un lindo recuerdo para abandonar la ciudad, fue una lluvia repentina, que paso rotundamente, y se fue dejando el sol para mi viaje en tren de vuelta a Berlín.







sábado, 27 de agosto de 2011

México, la primer parada.


Soy tan irresponsable con los mails, que creí más conveniente hacer un blog e ir subiendo fotos para los amigos terrícolas míos. Pero luego tampoco hice eso,  de manera que ahora tengo un bardo de fotos y no sé ni cuál mostrar.
Empecemos por México, mi primer parada. 

 El Ángel de La Revolución.Adentro están los restos de los que murieron en la Revolución. Es muy grande y lo podés ver de varios lados. Los domingos cierran las avenidas y su tránsito demencial, y solo pueden andar bicis. Es un lindo panorama. 


México fue una sorpresa, pues estaba pensando tanto en Berlín que quedó un poco de lado. Pero cuando llegué, me deslumbre. Es una ciudad increíble, la gente, la locura…todo es inmenso, la escala de la ciudad es enorme para nosotros. Lleno de monumentos enormes, edificios enormes y la gente bajita.
El teatro donde trabajé es parte del Auditorio Nacional, el cual contiene un complejo de ocho salas de teatro, una para cada género. Cuando llegué, me asusté con su tamaño, pero por suerte la sala que me tocó fue más acorde a mis condiciones…digámoslo así.

 Auditorio Nacional de México.
Les juro que ahí abajo quedás chiquitito... ah, estaba por tocar Roxette! y Air Suply!




















Los técnicos del teatro fueron adorables. El gran Chupón, fue mi compañero de ruta. Un gran señor con cuarenta años de teatro arriba que me enseñó mucho y se me coló en el corazón…un grande el Chupón (le dicen así porque solía tomar mucho…)!
El jefe de iluminación, que era muy tímido y no me hablaba mucho, al terminar las funciones me dio un abrazo y me trajo una bolsa. Cuando la abro era su remera de trabajo, con el logo del teatro. Me emocionó muchísimo.
Mi maestro, El Chupón.













Yel jefe técnico del festival, un joven que es bastante seguro de sí mismo y que no me daba ni la hora, luego del estreno me vino a dar las gracias, que le había encantado. Y ahí terminé con el, agarrándome una borrachera de mezcal hasta las seis de la mañana, hablando de teatro, de que nos gusta hacer.
Ahí comprendí que por esto vale la pena viajar, ir a festivales. Conocer gente y discutir sobre lo que hacemos te acelera el proceso de aprendizaje a pasos agigantados. Se llama Kay Pérez, y ahora nos mandamos mails y somos amigos a la distancia.

Kay, yo y Tomás, el Jefe de Iluminación.
La remera que tiene puesta es la que me regaló.


A la obra le fue muy bien, y se sucedieron unas secuencias bastante divertidas al respecto, como por ejemplo terminar cenando en la casa del embajador, y discutiendo con María Simón y el agregado cultural, un señor bastante gracioso, por decirlo de alguna nera.  
                                                                              
  











Actos de Amor Perdidos en México DF y Pachuca, Hidalgo.
Metiendo comedor del teatro...por 30 pesos uruguayos quedabas de cama....










 














Fui al Café Tacuba! Existe y es hermoso.
Obvio, todo pica...hasta el caldo que se ve transparente. Montejo, la mejor cerveza.

...y las mozas están vestidas de enfermeras.














En resumen, diez días hermosos, de mucho trabajo y de pasarla bien. 
Viva México, y lindo sería volver con más tiempo y vacaciones.


Algunas fotitos.
La Catedral del DF. Está en El Zocalo, el centro de la ciudad. Es una plaza española en la que están el Palacio Nacional, Juzgado, Catedral y quién sabe que más.
Lo díficil de creer es que está construída por encima de los restos del imperio Azteca, Tenotchitlán. Cuando fui al Museo de Antropología me asustó la Historia de este país, es emocionante. Luego les cuento las cosas que me contarton, unos cuentos espeluznantes.



Es el de Like a Prayer!



Hay un poquito de oro nomás...



Desde Av. Hidalgo, el Palacio de Bellas Artes. Por dentro es un hito al Art Decó...hermoso.


En el Zócalo se suceden las protestas, pues México parece estar en su peor momento político. Al parecer la corrupción no tiene parangón.Está lleno de carpas, donde la gente practicamente vive meses y meses, con altavoces, pancartas, ollas populares. Ya se generó un mercado, hay puestos de venta y propaganda.


Los policías en el metro vigilan paraditos en un cubo de madera. La sensación es espantosa.
 

   
 

En el Palacio Nacional está uno de los murales mas famosos de Diego Rivera, en el que cuenta la Historia de México. Es impresionante, debo admitirlo.
Y bueno, me saqué una foto turistica...a veces es díficil zafar de la condición.









 Pachuca, HIdalgo. A dos horas del DF, un pueblo chiquito y hermoso.







La calles son tan empinadas que no hay cosa mas imposible que tener una bicicleta...








Por la noches, desde el hotel, el pueblo se volvían aún más interesante.